Soy un sobreviviente de la Guerra de Malvinas. Aquí brindo mi testimonio sobre los dramáticos hechos de 1982. Viajé 3 veces a las Islas para poner a los fantasmas a descansar.
Durante 20 años no hablé del tema. Una pesadilla en 2001 es el comienzo de un alucinante camino sanador, que fue poner en palabras el horror.
Creo que hay tres formas de enfrentar situaciones de gran sufrimiento: Tapar todo, victimizarse o abrazar la herida y transformarla en algo positivo. Es por eso que narro con alegría mi historia de vida, compartiendo los aprendizajes y la resiliencia